Por eso está siempre asustado y temeroso de todo y en su ignorancia construye infiernos en su mente y luego los vive como si fueran reales y afuera de su mente trata de construir seguridad a toda costa para contrarrestar esos infiernos y sentir menos miedo y que esa misma seguridad que construye, llega un momento que se convierte en su cárcel, lo cual equivale a no vivir.
Sí los dioses le hablaran a los hombres, sí lo hicieran, sí le dijeran quien es, de donde vino y a donde va, si le explicaran a la mente del hombre la naturaleza profunda del universo, de la vida y del ser, la mente del hombre dejaría de ser ignorante y entonces dejaría de tener miedo.
Pero los dioses no le hablan a los hombres ¿porqué?
Porque si los dioses le hablaran a los hombres, la vida del hombre dejaría de tener sentido, porque dejaría de tener miedo, y el miedo es el gran constructor, el gran motivador, el combustible para que el hombre evolucione, el miedo es el regalo más grande de los Dioses a los hombres.
El miedo es la primera emoción que experimentamos, la más instintiva, la más pura, la más fuerte, la más brutal, la más bella y algún día será la última.
Tal vez lo que necesite el hombre es comprender la naturaleza profunda del miedo, aprender a utilizarlo y dejarle de tener miedo al miedo.
Un hombre sin miedo es un hombre muerto.
Bueno, pues parece que el problema no es el miedo, el problema es "el miedo al miedo", esto es; nuestros aprendizajes emocionales asociados con el miedo, así que, te propongo estas terapias para trabajar con esos aprendizajes.