- Mayor ingesta de calorías de las que el cuerpo necesita.
- Menor actividad física de la que el cuerpo precisa.
Yo considero que hay factores emocionales importantísimos; asociados con aprendizajes emocionales, que generalmente vienen desde la infancia, acá tienes algunos:
- Sentirse vulnerable y utilizar la grasa corporal como protección.
- Alejar al sexo opuesto por temores y traumas.
- Solidaridad con alguien de la familia (mamá si tú eres gorda, no te preocupes, yo también voy a ser gorda.
- Sentirme infeliz y entonces darme felicidad comiendo.
- En mi familia todos los eventos felices se celebraban con comilonas.
- Los niños gorditos son niños saludables.
- No dejes nada en el plato porque hay gente que se está muriendo de hambre.
- Se premia el acabarse toda la comida y se castiga lo contrario.
- La comida es mi único placer.
- Nunca había suficiente comida en casa, así que cada vez que tengo oportunidad me atasco.
- Soy pequeño y por eso abusan de mi, pero cuando yo crezca.... y a engordar como sinónimo de crecimiento.
Para obtener un mejor resultado, evita palabras y frases que signifiquen pérdida:
- Bajar de peso.
- Perder peso.
- Reducir.
- Etc.
Mejor utiliza simplemente adelgazar.
Tampoco aceptes la obesidad como identidad, evita decir: Soy gordo u otras equivalentes
Mejor usa, si es necesario, mi cuerpo tiene sobre peso.
Te propongo las siguientes terapias para iniciar un adelgazamiento de adentro hacia afuera, para empezar a adelgazar desde tus emociones: